Lista Roja
del Patrimonio Complutense

Una relación del Patrimonio Histórico en riesgo


UNA NECESIDAD POSTERGADA:
EL MUSEO DE LA CIUDAD DE ALCALÁ DE HENARES


(Artículo no publicado, enero de 2017)


   

 

Pedir un Museo de la Ciudad para Alcalá no es asunto nuevo. Se trata de una reivindicación que ha saltado en numerosas ocasiones a la palestra, desde hace años, muchos años, aunque nunca se haya concretado más allá de las promesas electorales. Mientras algunas poblaciones de nuestro entorno han conseguido tener su museo, nosotros seguimos como al principio: sin nada concreto, ni perspectivas. Desde el Grupo en Defensa del Patrimonio Complutense consideramos importante relanzar la idea, una vez más, con mayor empuje si cabe, en la convicción de que ese deseado Museo supone un espacio necesario, vital, para la ciudad.

Por supuesto, cabe preguntar si se trata de un proyecto realista, realizable. ¿Por qué y para qué necesita Alcalá tener "un museo más"? El anhelado Museo de la Ciudad de Alcalá de Henares cubriría un hueco que actualmente permanece vacío de manera inexplicable, incómoda. Un hueco que no cubren los museos ahora en funcionamiento; ni siquiera los proyectados y nunca materializados (Museo de la Lengua, del Motociclismo, de los Madrazo...).

Por supuesto, al retomar ahora esta reivindicación ciudadana, no pretendemos relanzarla como una propuesta más, que engrose la lista casi interminable de proyectos nunca realizados. En Alcalá, como vemos, tenemos una buena colección de proyectos que se quedaron en el camino, atascados por esa sempiterna falta de interés, tan común, camuflada bajo la fácil excusa de "no hay fondos". Se ha llegado a decir que somos la ciudad "de los museos fracasados". Ahora tiene que ser diferente. Esta vez se necesita que la propuesta llegue a buen fin.


Museo de Torrejón
Museo de Torrejón de Ardoz


Para ponernos en situación, para empezar a hacer tangible la idea, es necesario matizar primero: no se está proponiendo la construcción de un mero arcón, un edificio solemne y costoso donde guardar y exponer los trastos viejos. La museología hace tiempo que comenzó a abandonar ese esquema. Imaginemos, más bien, un espacio expositivo y divulgativo, vivo, moderno, donde mostrar de manera comprensible y visual la historia, la evolución de la ciudad y su entorno, con los objetos y discurso expositivo que hagan tangible esa realidad. Se abarcaría desde la remota Antigüedad hasta nuestros días, de manera didáctica, amena, a la vez que rigurosa. Un Museo dirigido a todos, a propios y foráneos, a chicos y grandes, a grupos de estudiantes de todos los niveles, tanto de Alcalá como de otras poblaciones. Sería un lugar donde recuperar, cuidar y proyectar el espíritu que forjó esta ciudad, a través de su cultura material.

Con el apoyo de maquetas, planos, paneles, fotografías y otros elementos expositivos, se mostraría el desarrollo de la urbe desde los primeros asentamientos humanos hasta la actualidad. El Museo de la Ciudad hablaría de los fondos de cabaña del Calcolítico, de los asentamientos carpetanos, de Complutum como municipium romano. Visigodos, musulmanes, reconquistadores castellanos, invasores napoleónicos, tendrían su lugar en esta Alcalá, cruce de caminos, territorio fronterizo, lugar de encuentro donde cada cultura, pacífica o belicosamente, dejó su impronta en piedra y barro. Hablaría de la Alcalá de los arzobispos de Toledo, de Cisneros, de Cervantes, de Manuel Azaña. Una trayectoria a través del tiempo, en un viaje que continúa hoy día.

El Museo también expondría nuestro pasado industrial y agropecuario, mediante artefactos que ahora yacen desperdigados o acumulando polvo en infinidad de desvanes: aperos, maquinaria, utensilios, fotos y recuerdos que aún se conservan de esta importante actividad, desconocidos para las nuevas generaciones. ¿De dónde se obtendrían los fondos? Una vez puesto en marcha el proyecto, creemos que se podrían captar no pocas donaciones (o depósitos) aportadas por los propios alcalaínos. ¿Qué mejor comienzo? Vecinos que cederían orgullosos para su exposición el trillo que usaran sus abuelos, los bordados, cerámica, mobiliario, vestimentas, fotografías, recuerdos… Objetos de los que no tendrían que perder la propiedad: quedarían en depósito, bien conservados, generosamente compartidos con el público. También se podría efectuar una labor de localización y adquisición en diferentes almonedas. Son abundantes los objetos de Alcalá que se encuentran en comercios y páginas web de coleccionismo, en venta o subasta. Algunos de ellos, contemplamos con dolor cómo se pierden o alejan cada vez más de Alcalá.

No podría faltar la Alcalá Universitaria, la que nos ha posibilitado ser Patrimonio de la Humanidad. Somos cuna y sede de una de las universidades más antiguas de Europa. Sin embargo, actualmente no se dispone de un espacio relevante donde exponer y explicar esa faceta: la fundación, el trazado urbano (la Civitas Dei cisneriana), los profesores y estudiantes ilustres que por aquí pasaron, la Biblia Políglota Complutense, los colegios menores y el Mayor de San Ildefonso, reproducciones de las diferentes vestiduras que distinguían a los colegiales, maquetas de colegios... Hay numerosa literatura que investiga sobre estos aspectos. Pero muy poco desarrollo visual, expositivo, que permita hacer llegar al gran público esta parte de nuestro legado.

Tampoco deberían faltar salas dedicadas al pasado castrense de Alcalá, los nuevos ocupantes de los colegios universitarios una vez desamortizados, que consiguieron devolver parte de su actividad y economía a la semiabandonada ciudad. El arma de Caballería (Alcalá fue Depósito Central de esta arma para toda España), la Academia de Ingenieros, los diferentes acuartelamientos (adaptados o de nueva planta), así como los dos aeródromos que tuvieron aquí su solar. También, tendrían su espacio los pioneros paracaidistas del Ejército del Aire (1947), y sus homólogos del Ejército de Tierra (1954), la BRIPAC. Ambas unidades nacieron y se desarrollaron en la ciudad complutense. Fueron innumerables reemplazos de soldados los que pisaron las calles de Alcalá. Algunos, se quedaron aquí para siempre, fundando hogares; otros, llevarían su recuerdo y el nombre de Alcalá por toda la geografía española.

El Museo contaría con un amplio apartado para cobijar y exponer a los Gigantes y Cabezudos, herencia de todos los alcalaínos, que actualmente no cuentan apenas con apoyos, ni lugar para ser expuestos. No solo se expondrían los actuales gigantes, sino también maquetas (que ya existen y están disponibles), fotografías, grabados... Una historia documentada en Alcalá desde el siglo XVI hasta nuestros días. Con menos tradición, la vecina villa de Torrejón de Ardoz tiene, desde hace algún tiempo, su propia Casa-Museo de Gigantes y Cabezudos. ¿Por qué Alcalá, con una tradición gigantera de más de cuatro siglos, no puede también tener la suya? Por supuesto, otras facetas del rico folclore alcalaíno, muy desconocido para buena parte de los vecinos, tendrían también su espacio: festividades, costumbres, bailes y vestidos tradicionales, instrumentos y música...


Museo de Burgos
Gigantes y cabezudos en el Museo de Burgos

Alcalá ha servido en numerosas ocasiones como plató de cine o televisión. Sus calles, parajes y ambientes, aparecen reflejados en películas nacionales y extranjeras. Además, disponemos de uno de los festivales de cine más prestigiosos del panorama. Este sería otro apartado a tener en cuenta. Así mismo, se evocaría la ciudad del Teatro, con una tradición hoy día simbolizada en el Corral de Comedias, el más antiguo documentado, continuando con otros escenarios (cerrados y abiertos), obras, autores e intérpretes.

También podemos volver la mirada al río Henares, los valores naturales y paisajísticos, su flora y fauna, imbricados íntimamente con el discurrir de la urbe. Esta conjunción de factores, la cercanía del agua, la proximidad de los Cerros, la encrucijada de caminos, la feracidad de su vega, fueron decisivos a la hora de asentarse en el territorio los sucesivos pobladores. Disponemos de una riqueza ecológica poco conocida y menos divulgada; una riqueza frágil y cada vez más amenazada. Merece su espacio.

El Museo de la Ciudad de Alcalá no sería un proyecto huero por falta de contenido, de elementos de interés que mostrar. A lo ya citado, se añadirían muchos más objetos: fotografías de época, cuadros, artefactos, maquinaria de oficios ya perdidos... No olvidemos las industrias que por centurias activaron la economía complutense: pozos de nieve, tejares, alfares, batanes y molinos harineros, fábricas de jabón, cestería, fábricas de carros, de chocolate, de gaseosas; las factorías de Roca, Gal... ¿Y qué decir de las almendras garapiñadas? Esta parte del patrimonio industrial también podría dotarse con las aportaciones que hiciéramos los propios alcalaínos. Se conseguiría un Museo de todos, participativo, abierto y vivo.


Cuartel del Príncipe
Cuartel del Príncipe. En color verde, el amplio sector actualmente sin uso


La Alcalá penitenciaria, conventual, la ciudad de casonas y palacios, la Comunidad de Villa y Tierra, incluyendo a las 25 poblaciones que compusieron su alfoz, con quienes compartimos un hermanamiento eterno; el Señorío prelaticio, la fortaleza musulmana de Alcalá la Vieja, las imprentas y librerías, el ancestral mercado, instituciones centenarias, oficios perdidos, la Alcalá de las Letras... ¿Es posible dudar de la enorme variedad de sujetos expositivos y la ausencia actual de un lugar donde mostrarlos y explicarlos?

Otro aspecto a tener en cuenta sería contar con una biblioteca especializada. Para esto, nos atrevemos a sugerir una alternativa: La Institución de Estudios Complutenses mantiene, desde hace años, su biblioteca temática almacenada en cajas, inaccesible, por la falta de un lugar donde ubicarla. Hoy día es una biblioteca inútil, que no puede ser siquiera consultada, pese a estar en constante crecimiento. Se podría llegar a un convenio con la Institución, de común acuerdo con sus miembros, para albergar su biblioteca de manera digna junto con el Museo, haciéndola disponible y devolviéndole su razón de ser. Un libro cerrado es un libro muerto.

Desarrollando la idea, llegamos a uno de los puntos cruciales. ¿Dónde se instalaría el Museo? Son varias las consideraciones a tener en cuenta: la cercanía al centro urbano, la capacidad expositiva, comunicaciones y accesos, etc. Por nuestra parte, decantándonos más por habilitar lo ya construido, antes que edificar de nueva planta, lanzamos algunas propuestas, de entre las varias posibles. Dos, en principio, que deberían contar con la colaboración de la Universidad de Alcalá, que sería parte integrante del proyecto: por un lado, el Cuartel del Príncipe, que actualmente mantiene vacía y en semiabandono la mayor parte de su espacio disponible. La UAH tiene proyectos pendientes para ese espacio, no lo desconocemos; acaba de inaugurar un interesante y recoleto museo, que entendemos no es el punto final de lo proyectado. Pero, quizá, tratando este asunto con mutua consideración, se podría llegar a un acuerdo que beneficiara a ambas partes y compatibilizara intereses. Aún queda mucho espacio disponible, miles de metros cuadrados. Es una idea a sopesar.

Apuntemos con más ambición y visión de futuro: Un edificio que tendría más posibilidades, a nuestro juicio, es el de la antigua cárcel de mujeres, La Galera, hoy abandonada. Esta intervención ofrecería dos soluciones: por una parte, se recuperaría este edificio singular, único, un ejemplo sobresaliente de la arquitectura carcelaria decimonónica, actualmente en ruina avanzada; y por otra parte, se conseguiría dotar a la ciudad de un centro de cultura amplio y digno: su Museo.

La Galera no solo podría albergar el Museo de la Ciudad. A la vista de los metros cuadrados disponibles y de sus volúmenes, podría también compaginar ese fin con otra de las grandes necesidades de Alcalá: alojar los fondos y salas de consulta del Archivo Histórico Municipal. El actual archivo adolece de una gravísima falta de espacio, que le ha supuesto tener que desprenderse de fondos en fechas recientes (protocolos notariales). Las necesidades de espacio crecen a cada día, pero los metros cuadrados actualmente disponibles son los mismos que al principio. La Galera podría dar salida, además de al aquí pretendido Museo de la Ciudad, al Archivo Histórico Municipal, en perfecta simbiosis. Junto con la propuesta biblioteca temática, sería el mejor centro de estudio, investigación y difusión de la cultura complutense.


La Galera, planta
La Galera, siglo XIX. En verde, el área disponible (nótese el avanzado estado de ruina del tejado del ala este)


Continuando con edificios posibles, se dispone asimismo de los abandonados molinos del Colegio y del Zulema, ambos en fase de ser captados por el Ayuntamiento. Estos inmuebles, con más de medio milenio a sus espaldas, quedarían escasos por sí solos para este proyecto de Museo. Pero serían apropiadas extensiones para la parte museística que tratara de la molienda, de los usos y vida en torno a la actividad agropecuaria, usos tradicionales, aula del río Henares u otros por el estilo. ¿Y qué decir del antiguo Colegio convento de Mercedarios Descalzos (Sementales)? ¿Y los antiguos silos cerealísticos, junto a la estación? Si indagamos con detalle, aún podríamos encontrar más candidatos.

A simple vista, podría parecer un proyecto demasiado ambicioso. Pero Alcalá y los alcalaínos no nos merecemos menos. Conocemos la sempiterna respuesta de "no hay fondos" o "no se dan las condiciones". Excusas socorridas cuando no hay intención de hacer algo. Esas excusas duelen cuando se comprueba, una vez tras otra, que sí que hay fondos disponibles para ciertas cosas, en ocasiones tal vez prescindibles. Tenemos los pies en el suelo, no pedimos imposibles.

Para hacerlo más asequible, el Museo de la Ciudad de Alcalá podría ser un proyecto modular, que recuperase y habilitase el edificio elegido, por fases (por plantas o sectores), haciendo más llevadera económicamente la intervención. Podemos tomar ejemplo de uno de los más grandes alcalaínos (de adopción) de todos los tiempos, el Cardenal Jiménez de Cisneros. Fray Francisco no levantó el entramado de su Universidad de una sola vez, en un solo y genial juego de manos. Fue paso a paso. Antes incluso de contar con las bulas pontificias, empezó poniendo la primera piedra para un edificio que en principio fue de barro. Piedra modesta, pero ambiciosa, de un proyecto que creció y llegó a ser una de las grandes luces del saber en Europa. Una luz que hoy día, más de 500 años después, continúa iluminando en Alcalá. Cisneros supo ver con claridad meridiana lo que para otros parecería una locura.


Cuartel de Sementales
Anterior colegio convento de Mercedarios Descalzos, posterior Cuartel de Sementales


Se pueden hacer las gestiones oportunas para conseguir fondos autonómicos, estatales o europeos. Se pueden buscar patrocinios privados. Se podría desarrollar el proyecto por etapas asequibles, paso a paso, con la vista puesta en el todo final. Bien dice el refrán que "hace más quien quiere, que quien puede". Si de verdad hay interés, si nuestros gobernantes locales apuestan decididamente por la vida y el futuro de Alcalá de Henares, con ambición y decisión, sin excusas, asumiendo plenamente su responsabilidad, se pueden "mover montañas".

A los más escépticos, les pedimos tomen también en cuenta este otro punto de vista: No solo se trata de una propuesta cultural; también se generarían puestos de trabajo locales, durante las fases de construcción o rehabilitación, que no cesarían en el tiempo merced al necesario mantenimiento, servicio de guías, vigilancia, tiendas, comercios, alojamiento de visitantes... Sería una inversión, con abundantes réditos materiales e inmateriales.

Pero, ¿hay respaldo popular, dentro y fuera de Alcalá, para este proyecto? Queremos salir de dudas. Desde el Grupo en Defensa del Patrimonio Complutense hemos puesto en marcha una campaña de recogida de firmas, a través de la plataforma Change.org (Por un Museo de la Ciudad para Alcalá de Henares YA) para conocer el calado que el Museo pueda tener. Si los apoyos recibidos son numerosos, como así esperamos, que esas firmas sirvan de acicate para que nuestros políticos, todos, actúen al unísono y dejen de lado las excusas. Pretendemos un proyecto de Museo que cuente con la unanimidad de todas las formaciones políticas, así como de asociaciones, colectivos, instituciones y todo el tejido ciudadano de Alcalá y comarca, de la provincia, la región y de toda España. Apostamos por un proyecto que, dure el tiempo que dure su gestación y desarrollo, no caiga en el olvido y sea continuado por las sucesivas corporaciones municipales, con la misma ilusión y perseverancia que se puso en su momento por alcanzar la declaración de Ciudad Patrimonio de la Humanidad, a través de diferentes Ayuntamientos, de diferentes colores políticos.

A todos los alcalaínos, de nacimiento o adopción, vivan donde vivan; a las poblaciones del alfoz complutense, la entrañable Comunidad de Villa y Tierra con quienes compartimos historia desde hace siglos; a nuestros vecinos de otras comarcas, a nuestros hermanos de Guadalajara, de cualquier otra provincia o país, que sientan la presencia y amistad de Alcalá, va dirigido este llamamiento. Alcalá necesita su Museo de la Ciudad. Para ello, pedimos ahora tu firma y apoyo.

Este es el momento donde se hace necesario ponerse en pie y dar un paso a favor de Alcalá de Henares, Ciudad Patrimonio de la Humanidad y ciudad viva.

Grupo en Defensa del Patrimonio Complutense


Fachada de La Galera
Fachada de La Galera.
Podría ser la fachada del futuro Museo de la Ciudad, que incluyera Archivo Municipal, biblioteca temática
complutense y centro de estudios e investigación de Alcalá de Henares

 

 


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