Lista Roja
del Patrimonio Complutense

Una relación del Patrimonio Histórico en riesgo


¿Por qué una Lista Roja del Patrimonio Complutense?
   



Esta es, quizá, la primera cuestión a responder. Si entendemos por ‘lista roja’ una relación o catálogo de elementos que se consideran en peligro, ¿es realmente necesaria para el patrimonio alcalaíno? ¿Hay riesgos que amenacen su permanencia? En una Ciudad declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO (en 1998), supuestamente cuidada y ‘mimada’ por las diversas Administraciones, con una ciudadanía que aprecia y atesora tal galardón, sería de suponer que no existiera elemento alguno sujeto a ‘peligros’ que pongan su permanencia, integridad o existencia en serio o grave riesgo. La realidad, por desgracia, es bien otra.

La salud y situación de algunos de los elementos arquitectónicos, artísticos, arqueológicos, que nos ha legado la historia, no es todo lo buena que se esperaría. Ante este hecho, no siempre perceptible por el observador, no siempre conocido, se hace necesario ‘poner negro sobre blanco’. Es decir, identificar, documentar y señalar aquellos elementos del patrimonio histórico que puedan encajar en la categoría de ‘bien patrimonial en riesgo’. Ese es el principal objetivo que nos hemos propuesto a la hora de elaborar este catálogo: localizar, significar y dar a conocer ampliamente los elementos de interés patrimonial en Alcalá y su término que, en el momento actual, corren algún riesgo serio en lo que a su mantenimiento o supervivencia se refiere. Un examen riguroso y documentado de elementos, conocidos u olvidados.

 
 

La naturaleza de este catálogo, su razón de ser y estructura, hace que no pueda ser una lista cerrada o inamovible. En primer lugar, porque esperamos (deseamos) la pronta recuperación y protección de los elementos aquí presentados. Alertar, despertar conciencias y voluntades. Mover a acción. De esa manera, corregido y eliminado el riesgo, el bien patrimonial quedaría excluido de la ‘lista roja’; se habría asegurado su preservación. En segundo lugar, porque en futuras ediciones pueden añadirse elementos que, pese a encontrarse actualmente fuera de peligro, lleguen a perder su protección o mantenimiento adecuado. Nada deseable, pero tampoco imposible, como muestra la experiencia.

Nuestro propósito es sencillo: no queremos perdernos en largas y controvertidas consideraciones, en la búsqueda de ‘culpables’, de responsabilidades, o en interminables disquisiciones sobre competencias. Tales porfías son las que, por ejemplo, han dado pie al derrumbe del arco de la Puerta de Burgos, aún pendiente de una restauración íntegra. Pretendemos, básicamente, llamar la atención de las diferentes Administraciones (local, autonómica, estatal), de la Universidad, del Obispado... así como de la ciudadanía, verdadera protagonista de la ciudad. Sensibilizar ante un Patrimonio que, en definitiva, es de todos. Buscamos señalar, documentar (textual, gráficamente) y aportar datos para que su situación, sus circunstancias, no pasen desapercibidas. El conocimiento es nuestra mejor y más importante arma. Conocimiento que nos ayudará a apreciar, a saber qué existe de valor en estas tierras complutenses. Conocimiento que nos moverá a preservarlo. A actuar.

Para algunos elementos llegamos tarde. En fechas recientes hemos perdido un valioso edificio del siglo XVII, el Colegio de Aragón, que no figurará en esta lista. En su momento no se adoptaron los medios necesarios para evitar un derrumbe casi anunciado. Lo que ahora se está haciendo en el solar es una reedificación, un nuevo inmueble de bonita estética, con escasos elementos del original. Hace unos años pudimos ver un hecho similar con el Hospital de Santa María la Rica: el edificio se vino abajo cuando estaba siendo ‘rehabilitado’. Pese al evocador rótulo de la puerta, la obra que ahora contemplamos es moderna, manteniendo tan solo unos escasos y testimoniales elementos del edificio original.

Peor suerte tuvo el molino de La Esgaravita, originalmente datado en 1542, según indica el presupuesto de la obra, que fuera costeada por la villa de Alcalá (AMAH). El inicial proyecto de ‘rehabilitación’ dio paso a su completo derribo. Hoy día, un triste solar vacío es el único testimonio que nos queda. Los molinos del Colegio, del puente Zulema y de las Armas —tratados en este catálogo— parecen seguir su destino, ante la indiferencia casi general. ¿Cuánto más hace falta perder para que se tomen cartas en el asunto?

Hemos hablado de rigor y exactitud. Son las líneas maestras que queremos rijan en este trabajo, aderezadas con el amor sincero por Alcalá, su historia, su patrimonio; por sus señas de identidad. No obstante, algún error se nos habrá podido colar. También podremos haber omitido algún elemento, por olvido o desconocimiento. Rogamos al lector sea indulgente y comprensivo. Agradeceremos con sinceridad todas las indicaciones o sugerencias que se nos puedan aportar. En ediciones futuras se mejorará y actualizará lo aquí presentado. Pero ya hemos empezado a andar: hacemos camino.

Maticemos: no querríamos tampoco transmitir un punto de vista estrictamente negativo. En Alcalá también se están haciendo cosas positivas. Hay que reconocerlo y saberlo apreciar. En estas fechas se ha hecho visitable —tras larga espera— el foro de Complutum; se está trabajando en el recinto amurallado; se rehabilita el Hospital de San Lucas... Pero estas actuaciones bien publicitadas, en principio positivas, encomiables, no deberían hacernos olvidar lo mucho que aún queda por hacer. La celeridad que requiere actuar en las localizaciones que aquí apuntamos. Porque es ahora o nunca. Una de las singularidades del patrimonio histórico es su condición de irrepetible. Cuando se ha perdido, no hay marcha atrás.

Ojalá sea esta una relación menguante, decreciente. No por la desaparición de lo catalogado, sino por su recuperación. Por la desaparición de los riesgos que comprometen su integridad y conservación.

Finalmente, queremos señalar que esta iniciativa no parte de un grupo cerrado o exclusivo. Surge de una ‘unión de voluntades’, de un amor sincero y activo por nuestra ciudad, procedente de diferentes colectivos implicados con, por y para Alcalá de Henares. Quienes damos luz a esta iniciativa somos miembros de la Institución de Estudios Complutenses, de la Asociación de Hijos y Amigos de Alcalá, de Ecologistas en Acción... Quien desee trabajar por el Patrimonio de la ciudad, por encima de ideologías, será bienvenido.


Grupo en Defensa del Patrimonio Complutense


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