3.3.3.1. SILOS SERVICIO NACIONAL DE CEREALES
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Silo de 1951, vista general |
Ubicación: En las conocidas como Eras del Silo, junto a la vía férrea, al Oeste de la estación de Renfe.
Datación: 1951 - años 60.
Descripción: Conjunto de edificios: dos silos y dependencias anejas, al pie de la vía férrea, donde destacan por su altura los almacenes de grano.
Catalogación: Ninguna conocida.
Estado actual: Abandono, vandalismo y deterioro progresivo.
Riesgo: Notable.
Otros detalles: En 1937, en plena Guerra Civil (1936-1939), se establece el Servicio Nacional del Trigo, por el cual el Estado intervenía, ordenaba y regulaba la producción, distribución y precio del cereal. Se canalizaba la producción cerealista a través de silos y fábricas de harinas, lo que dio pie a la muerte y desaparición del tradicional molino harinero. Tal situación precisaba la construcción de silos a través de todo el territorio nacional. Las necesidades de abastecer a un país recién salido de una cruenta guerra, que había esquilmado gran parte de los recursos, así como el control ejercido por las autoridades, motivaron la edificación de estas características estructuras, de notorios volúmenes, ubicadas generalmente en lugares accesibles, bien comunicados por vía férrea o carretera.
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Silo de los años 60 |
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Lo que contemplamos aquí en la actualidad es un conjunto formado por dos silos de almacenamiento, así como otras dependencias auxiliares, totalizando una superficie aproximada de 6.000 m². El silo más al Este, más antiguo, fue inaugurado el 4 de julio de 1951; posteriormente se le añadiría un segundo silo, de mayor capacidad, ya entrados en los años 60.
Cambios posteriores, nuevos usos y legislación, han motivado el fin de estos enormes silos, que permanecen fuera de uso y a merced del vandalismo desde hace años. Pese a las propuestas vecinales de usos alternativos a favor de la ciudad (centro cívico, lugar de exposiciones...), a lo que al parecer se mostraría dispuesto el Ministerio de Agricultura (actual propietario), parece que las ideas pasan sin terminar de cuajar. Obviamente, una obra de esta envergadura y magnitud escaparía a las posibilidades del Ayuntamiento local. Se requiere la participación y voluntad de las restantes Administraciones. Pero en tanto se resuelve esa situación y decide qué hacer, el abandono, la desprotección e impunidad, agreden y alteran el conjunto. Los enormes grafitis, que afean sus fachadas, han dañado de manera irreversible los ladrillos. Los daños estructurales, que al momento no son graves, acabarán por serlo de avanzar su estado de abandono.
No es solo el triste espectáculo que recibe el visitante que accede a Alcalá en tren, encontrando las esbeltas moles cubiertas de suciedad, pintura y mugre. Abandono. Es también contemplar el potencial que tienen estas instalaciones, junto con el solar que las acompaña, y verlo desperdiciado. Silos estos que se levantan como mudos testigos de un cercano pasado agrario, popular y atávico, que se resiste a morir ante la indiferencia.
Urge su protección y salvaguarda.
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Vista aérea (foto: Bing Maps) |
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Plano esquema del primer silo |