3.3.1.2. CONFITERÍA PASTELERÍA ‘SALINAS’
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Escaparate |
Ubicación: Plaza de Cervantes, nº 21.
Datación: Edificio, posib. anterior al s. XVI. Escaparate, año 1899.
Descripción: Planta baja y dos alturas con tres balcones a la citada plaza. Fachada de la tienda decimonónica.
Catalogación: Resid. con Protección Estructural.
Estado actual: Fachada bastante deteriorada y riesgo de desaparición inminente del negocio.
Riesgo: Notable.
Otros detalles: No es tan solo la antigüedad del edificio lo que llama la atención sobre este inmueble, ni el lugar donde se ubica, con fachada a la céntrica y populosa Plaza de Cervantes; datos, por otra parte, relevantes. Lo que este local tiene a gala de manera sobresaliente es ser el comercio más antiguo de la ciudad que permanece abierto, desde el siglo XIX hasta nuestros días. Como reza el rótulo colocado en el escaparate, se trata de una “Casa fundada en 1846”, que ha ido adaptándose a los tiempo, sin perder su sabor.
Según el Libro de Actas del Ayuntamiento de Alcalá, el 2 de octubre de 1899 se acuerda en pleno "autorizar a D. Baltasar Rodríguez Salinas para convertir en escaparate una ventana del soportal de su casa Plaza Mayor número veintiséis" (según la numeración antigua). Presumiblemente con tan solo algunas leves modificaciones, es el mismo escaparate que contemplamos hoy día. Un comercio que lleva más de 160 años dando servicio a los paladares de Alcalá y visitantes. Circunstancia que parece va a terminar en breve, con el previsto cierre del actual negocio.
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Fachada a la plaza |
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El inmueble que aloja a la confitería ha sufrido diferentes segregaciones a través del tiempo. La fachada está pidiendo a gritos una restauración; el interior imaginamos que tampoco andará mejor. A pesar de estas incidencias, el negocio ha seguido en activo, ofreciendo su amplio surtido, desde el local, o el quiosco temporal que antaño se solía colocar en la misma plaza. Una de sus especialidades está formada por las almendras garrapiñadas, dulce que con el tiempo se ha constituido en seña de identidad de la repostería complutense.
Pese a este bagaje, parece que estamos ante los últimos días de un establecimiento singular y emblemático. Algo que, entendemos, no debería permitirse. Se desconoce también el posterior uso pretendido para el local, o las alteraciones previsibles en el inmueble. Por eso, por su significación, por donde se ubica y por los riesgos que el futuro inmediato le depara, este inmueble merece estar en este catálogo. Como edificio en riesgo y por la confitería, como establecimiento decano de Alcalá, de singular estética que evoca aires de otros tiempos. Y por un detalle también importante: en el interior, apilada en trasteros y fuera de uso, se conserva buena parte de las herramientas, medidas, moldes y utillaje que por décadas utilizaron los maestros pasteleros.
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Interior del establecimiento |